Hoy te compartimos una receta inspirada en el clásico Pain d’épices. Gracias a la magia del programa Honey Glaze de OCOO, hemos creado una miel de jengibre intensa y aromática en solo 6 horas. Su calidez y ligero picante enriquecen esta receta en cada bocado, aportando el sabor único y profundo que define este postre.

Acompañado de una mousse de albaricoque y miel de jengible, aire (con Skro) y crujientes toques de crocante (con Fond y Glu30) elaborados con miel de jengibre, este Pain d’épices es mucho más que un simple postre. Es una experiencia gastronómica que combina lo tradicional con la innovación, perfecta para quienes buscan deleitar el paladar con algo distinto. ¡Descubre cómo preparar esta delicia y déjate seducir por el aroma y el sabor de la miel de jengibre!

Ingredientes

  • 100 gr jengibre fresco
  • 500 gr miel

Elaboración

Comensaremos cortando el jengibre en láminas finas y machacándolo ligeramente para liberar su esencia. Luego, mezclamos con miel en la olla de la OCOO y cocinamos durante seis horas con el programa Honey Glaze.

Tras la cocción, dejamos reposar en frío para fijar los sabores y, finalmente, colamos para obtener una textura sedosa y un aroma intenso. El resultado es una miel con un toque cálido y picante, perfecta para realzar cualquier plato o disfrutar por sí sola. 

Elaboración de Pain d'éspices de miel de jengibre

Ingredientes

  • 200 gr azúcar moreno
  • 180 gr huevo
  • 150 gr harina floja
  • 100 gr harina de centeno 
  • 20 gr impulsor
  • 130 gr leche
  • 130 gr miel de jengible (OCOO)

Elaboración

Empezamos blanqueando el huevo junto con el azúcar hasta alcanzar el famoso point de ruban, esa textura sedosa y ligeramente espesa que asegura un resultado aireado.

Mientras tanto, tamizamos los ingredientes secos, como las harinas y el impulsor, para eliminar grumos y mantener la ligereza del batido. Esta mezcla se incorpora poco a poco, respetando siempre el volumen.

En otro recipiente, combinamos la leche con nuestra miel de jengibre, y luego la añadimos al conjunto con movimientos envolventes, asegurando que todo quede perfectamente homogéneo.

Con el horno precalentado a 160ºC, llevamos la masa a cocer durante una hora o hasta que esté perfectamente cocido. Una vez fuera del horno, dejamos enfriar antes de cortarlo en porciones. 

¿Cómo conseguimos el aire de miel?

Ingredientes

  • 300 gr agua mineral
  • 100 gr miel de jengibre (OCOO)
  • 2 gr Skro

Elaboración

Primero mezclamos todos los ingredientes en un vaso de batir. Aquí, el protagonista es el Skro, que se incorpora cuidadosamente con la ayuda de un batidor de mano para lograr una mezcla homogénea y bien integrada.
 
El verdadero espectáculo ocurre al momento del servicio. Usamos el Foam Kit para montar el aire, transformando la mezcla en una nube etérea que aporta ligereza y un toque sofisticado a nuestro plato. 
 

Ideal para postres, entradas o platos principales, este aire es una forma sencilla de dar un giro moderno a cualquier receta.

El toque final: el caramelo de miel

Ingredientes

  • 100 gr Fond
  • 100 gr Glu30
  • 100 gr miel de jengibre (OCOO)

Elaboración

Para ello, reunimos todos los ingredientes en una cazuela de base ancha, cocinando a fuego bajo hasta alcanzar los 160°C. Este es el momento en el que los azúcares caramelizan y los sabores se intensifican.

Una vez lista la mezcla, la vertemos sobre un silpad y dejamos enfriar ligeramente, lo justo para poder marcarla en pastillas antes de que endurezca por completo. Este paso permite un manejo más cómodo del crocante y asegura que las piezas tengan el tamaño deseado.

El siguiente paso, calentamos la Slimmer a 130°C en ambas placas. Entre dos silpads, cocinamos el crocante con el grosor mínimo, logrando una textura fina y delicada. El truco aquí está en mantener un control cuidadoso de la temperatura para obtener un acabado uniforme.

Finalmente, dejamos enfriar por completo antes de separar el crocante de los silpads. Este puede usarse inmediatamente para decorar o aportar textura a tus platos, o almacenarse en contenedores herméticos junto con la cantidad adecuada de Silcabag para preservar su frescura. El resultado es ideal para añadir un toque crujiente a cualquier elaboración

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