La sacarosa (azúcar común) es más que conocido por todos, e imprescindible todavía para muchos. En esta familia, ofrecemos azúcares distintos a la sacarosa, para llegar a todos los aspectos donde ésta no llega.
Ganaches más blandas, helados menos duros, caramelos crocantes, merengues crujientes, bollos tiernos, kombuchas más activas, elaboraciones con menos dulzor que podemos integrar en un plato salado… todas las funcionalidades de la sacarosa multiplicadas por cien, porque cada azúcar ofrece posibilidades diferentes; solo hay que conocerlos para usarlos a nuestro favor.